Fervientes En Espíritu
Hno Abraham Caballero

Romanos 12:3-13
“3 Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno.
4 Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función,
5 así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros.
6 De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe;
7 o si de servicio, en servir; o el que enseña, en la enseñanza;
8 el que exhorta, en la exhortación; el que reparte, con liberalidad; el que preside, con solicitud; el que hace misericordia, con alegría.
9 El amor sea sin fingimiento. Aborreced lo malo, seguid lo bueno.
10 Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros.
11 En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor;
12 gozosos en la esperanza; sufridos en la tribulación; constantes en la oración;
13 compartiendo para las necesidades de los santos; practicando la hospitalidad.”

Habla acerca de los dones que Dios nos dio dones para servir, a cada uno Dios nos dio un don diferente, el apóstol Pablo comienza hablando a los romanos acerca de los dones.

Ver. 11
“11 En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor;”

El apóstol Pablo ya había dado los dones los que tienen dones de servir, profecía, repartir, después el apóstol Pablo les dijo si tienen este tipo de dones háganlo, úsenlos, con un Espíritu ferviente, sirviendo al Señor, “ferviente” quiere decir como fervoroso.

Hoy en las iglesias hacen falta hombres fervientes, hombres que animen a l iglesia, la iglesia necesita mujeres fervientes, matrimonios fervientes, trabajando en la obra de Dios, porque ellos animan a otros a seguir adelante, el problema hoy en día que ya no hay hermanos fervientes.

Lo ferviente se ha acabado, en nuestros tiempos vemos que ya no hay personas fervientes en Espíritu, hay cristianos en nuestros tiempos fervientes en la carne, hay iglesias carismáticas que tienen mucha o poca gente ferviente en la carne.

No en el Espíritu como Dios quiere realmente que seamos, ¡cuantos cristianos de hoy en día están apagados no están fervientes en Espíritu! Y vemos iglesias en las tardes vacías, cristianos hemos dejado de ser fervientes en Espíritu porque ya no oramos, cristianos que cualquier cosita dejan de venir a la iglesia.

Da mucha tristeza cuando uno pierde el fervor somos cristianos indiferentes, cobardes, que cuando Dios nos dice vamos hacer esto no lo hacemos, recordemos cuando teníamos un Espíritu ferviente que cuando teníamos que salir a ganar almas lo hacíamos con mucho entusiasmo, cuando veníamos a al iglesia cantábamos con gozo, cuando orábamos nos levantamos temprano con gusto, estábamos fervientes, cuando veníamos a la iglesia llegábamos temprano porque estábamos animados, estábamos fervientes en Espíritu.

Hoy en día hay cristianos que hemos perdido el ser fervientes y cantamos con pocas ganas, hemos perdido el Espíritu ferviente, venimos a la iglesia y comenzamos a critica, ya no vamos a ganar almas, vamos a la iglesia una ves al mes, y si a caso nos va bien una ves al año, cristianos hemos perdido ser fervientes en Espíritu, lamentablemente a veces las situaciones que vienen a nuestra vida, los problemas, eso apaga nuestro fervor en servir al Señor.

Ahora los cristianos estamos como el servir a Dios es una obligación, un compromiso servir a Dios, tengo que cumplir el ir a aganar almas, en ir a la iglesia, pero ya no lo hacemos con fervor, como antes, como Dios quiere que lo hagamos.

Servimos a Dios porque pensamos que si no le servimos Dios nos va a castigar, Dios quiere que nosotros seamos fervientes de corazón, con alegría, con gozo, todo esto son cosas que ya sabemos.

A mi primeramente Dios me quebranto, Dios me dijo estas perdiendo el fervor, ya no eres como antes, necesitamos ser fervientes, necesitamos mujeres fervientes, hemos perdido el fervor, ya no hacemos las cosas como Dios quiere que las hagamos porque hemos perdido el fervor.

Cuando perdemos el fervor somos indiferentes, apáticos, fríos, apáticos, estamos tristes, infieles cuando hemos perdido el fervor, el apóstol Pablo dice gozosos en la esperanza, sufridos en la tribulación, si en verdad somos fervientes vamos a estar gozosos en la situación que sea.

Si en verdad tenemos fervor vamos a tener misericordia de la gente gozosos en la esperanza, sufridos en la tribulación, constantes en la oración, cuando practicamos la hospitalidad dejamos de ser fervientes, ya no tenemos misericordia, somos egoístas, somos avaros, hemos perdido el fervor, hemos dejado de hacer las cosas que antes hacíamos.

Dice en el libro de Apocalipsis has perdido tu primer amor ese es el problema de las iglesias de hoy en día, si usted recuerda año anteriores en iglesias cristianos no había tanta batería, no habían tantos placeres de la carne y van para satisfacer la carne, pero es lo mismo que hay en el mundo, la única diferencia es que aquí hablan de Dios.
Yo me acuerdo que cuando era pequeño los hermanos iban muy fervientes, como cantaban y se veía el gozo de los hermanos y hoy en día venimos a la iglesia ya no entusiasmamos a la gente, a veces hasta damos tristeza.

Hemos perdido el ser fervientes que ahora ya hasta somos groseros, nos estamos volviendo fríos, las iglesias se están volviendo frías y todo esto es por culpa de la falta de fervor.

Estamos en la iglesia y a veces estamos hasta durmiendo, porque hemos perdido el fervor, cuando estaba animado no importaba que el pastor diera el mismo mensaje del domingo pasado, el fervor en el amor antes era diferente, uno iba aun que se mojara por la esposa porque uno amaba no importaba nada, porque había fervor en el amor.

Pero ahora en la iglesia no venimos a la iglesia porque me diento mal, porque no tenía dinero, ya no hay fervor por la obra de Dios, no voy a ganar almas por mi trabajo, antes nada impedía para servir a Dios, porque había fervor en el corazón de uno.

O cuando uno tenia fervor por el deporte, no importaba si llovía porque había fervor por el deporte y estaba uno atento porque uno quería ver e deporte, ese fervor debería de estar en cada cristiano hoy en día.

Si cada cristiano fuéramos fervientes de Espíritu cambiaríamos este mundo, anduviéramos ganando almas, estaba comentando con un pastor y le pregunte ¿porque los cristianos ya no son como antes? Y dice por flojos.

Simplemente porque somos perezosos, hemos dejado muchas cosas, pero como somos fervientes en otras cosas menos en el servicio del Señor, a veces tenemos tanto fervor cuando nos compramos un carro, lo lavamos.

A veces amamos más las cosas de este mundo que las cosas de Dios, ya no hay un fervor, ¿porque hemos perdido el fervor en el Espíritu? ¿Porque iglesias se están cerrando? ¿Porque el cristianismo se esta acabando en los Estados Unidos? Porque ya son pocos, uno de mis hermanos me dice que el cristianismo allá se esta acabando, en la iglesia a veces van solo dos familias, sea perdido el fervor.

Dios no quiere que las iglesias pierdan su fervor de Espíritu, por eso dice ferviente en Espíritu ¿para que ser ferviente? Para servir al Señor, cuando uno tiene el fervor del Espíritu y trabaja para el Señor no importa lo que venga, no importa la situación, si me ensucio las manos, si esta enfermo, usted hace la obra de Dios.

Necesitamos gente que sea ferviente, si tan solo hubiera una persona ferviente en la iglesia impactaría a los demás hermanos y los animaría, el problema es que ni un solo hermano ferviente hay en la iglesia.

El fervor produce por aquello que cautiva el amor. Cuando uno ama a la persona uno va a producir fervor, como cuando uno andaba de novio el amor por la persona nos entusiasmaba, nos hacia ser fervientes, eso es lo que hace el ferviente.

¿Sabe porque no somos fervientes en el Espíritu? Porque no amamos a Dios, y decimos nosotros que amamos a Dios y a veces eso pasa, decimos que amamos a Dios y venimos a la iglesia de mala gana, ni oramos, ni leímos la Biblia esta semana y ni hoy, ni vamos a ganar almas, si realmente fuéramos fervorosos e hiciéramos las cosas al servicio de Dios.

El fervor determina la entrega con la que vamos hacer las cosas, eso es lo que determina el fervor, si yo tengo fervor voy hacer las cosas como Dios quiere, hacemos las cosas de Dios a medias.

Hechos 18:24-25
“24 Llegó entonces a Éfeso un judío llamado Apolos, natural de Alejandría, varón elocuente, poderoso en las Escrituras.
25 Este había sido instruido en el camino del Señor; y siendo de espíritu fervoroso, hablaba y enseñaba diligentemente lo concerniente al Señor, aunque solamente conocía el bautismo de Juan.”

Cuando uno es fervoroso no importa nada, uno va a ganar almas aun que no iba, cuando uno esta fervoroso uno no tiene miedo aun que le digan cristiano, pero hemos perdido el fervor y hacemos amistades para que no nos corran porque hemos perdido el fervor, cuando uno es ferviente, habla predica y dice Cristo me ayudo, yo no sabia.

He visto cuantos cristianos empiezan con un Espíritu ferviente trabajando, sirviendo en la obra de Dios, se van desinflando y se apagan, ya no vienen a la iglesia ya no ayudas, ya no se trabaja como antes, de hecho les dice uno y se enojan porque han perdido el ser ferviente en Espíritu, el fervor es en el Espíritu no en la carne.

El fervor que va a sentir no es ¡hay siento bonito! No, no eso no tiene nada que ver, el fervor es en el Espíritu y cuando uno tiene fervor en el Espíritu venga lo que venga uno va a seguir trabajando en la obra de Dios, aun que a mi o a usted no le parezca, puestos los ojos en el autor y consumador de la fe, no importa si el hermano no trabaja, si tiene cinco años en la iglesia.

Porque muchos dicen ¡a nada mas yo y porque el no! Pero cuando uno era ferviente no importaba si el hermano lo hacia o no el dice ¡yo lo hago pastor! Yo trapeo, yo cuido a los niños, yo cuido los carros, no importa pastor yo lo hago.

Ahí estábamos fervientes, ahora ya no estamos fervientes y cuando nos piden que hagamos algo y contestamos ¿y porque no manda a el? Y comenzamos a criticar, somos quejumbrosos, así somos, por eso tantos cristianos estamos viviendo una vida cristiana light mediocre, una vida triste, que no entusiasmamos a nuestros propios hijos, yo también me desanimo, soy ser humano y también me desanimo, cuando yo me desanimo yo le pido a Dios fuerza para seguir adelante.

Y a veces Dios usa a mis propios hijos, ¡como Dios nos ama, como Dios nos quiere, como Dios nos dice no te preocupes yo te voy a dar animo! El problema es que hemos perdido el ser fervientes en Espíritu.

Cuatro cosas por lo cual hemos perdido el fervor


Hemos perdido el fervor porque:

I. Hemos puesto los ojos en el hombre.

Ponemos los ojos en los hombres, ya no trabajamos fervientemente porque le echamos la culpa al pastor, ¡es que el hermanito! ¡Y es que la hermanita antes le echaba ganas! Y ya comenzamos a ver el defecto de la gente, por eso dice Pablo, “puestos los ojos en el autor y consumador de la fe” por eso perdemos el fervor, porque ponemos los ojos en los hombres y nos desanimamos, a mi me ha pasado.

Y dice la Palabra “maldito el hombre que confía en el hombre” cuando uno tiene la mirada puesta en Jesucristo, pase lo que pase en cualquier líder, los lideres también fallan, pero cuando tu tienes puesta la mirada en un líder, cuando el líder haga algo que a ti no te gusta vas a dejar de servir a Dios, vas a perder tu Espíritu ferviente.

Pero cuando el líder haga algo que a ti no te gusta no importa lo que el hizo tu vas a seguir adelante, vas a echarle mas ganas. Y ¿cuantos cristianos hoy en día han perdido ser ferviente porque tienen la mirada puesta en cualquier líder ya sea en el pastor, en la esposa del pastor, el diacono, cual quiere cosa?

Cuando están faltos del fervor del Espíritu es cuando empiezan a ver que el líder hizo las cosas mal y comienzan a criticarlo, cuando usted comienza a criticar algún líder esta perdiendo el ser ferviente en el Espíritu.

¿Cuantos cristianos comienzan a criticar a los líderes? Pero los lideres no son perfectos, el único perfecto es Cristo, es el único perfecto, nunca le va a fallar, jamás le va a fallar, pero cuando empezamos a criticar vamos a perder el ser fervientes en el Espíritu.

Y después de eso vamos a empezar a dejar la iglesia, muchos hermanos empiezan a criticar y ahorita no están en la iglesia, perdieron el ser ferviente en el Espíritu porque empezaron a poner la mirada en los líderes.

II. Dejamos de orar.

Son cosas básicas que necesitamos, la mayoría ya lo sabemos, pero es necesario repetirla una y otra ves porque es parte de nuestra vida que como cristianos necesitamos no perder, si usted no quiere perder el fervor necesitamos practicar estas cuatro cosas para seguir ferviente en Espíritu.

Cuando usted y yo dejamos de orar empezamos a decaer, a que nosotros como cristianos empezamos a ver las situaciones difíciles, dejamos de venir a la iglesia.

Dice la Palabra de Dios que Elías oro fervientemente, ¿se acuerda cuando usted oraba fervientemente? Y cuando alguna persona estaba enferma usted estaba delante de la presencia de Dios y usted lo sabia y ahora pareciera lo contrario, hasta nos llegamos a sentir lejos de la Palabra de Dios porque hemos dejado de orar, fervientemente.

Necesitamos cristianos que oren fervientemente como Elías, todos los días, pero el problema de las iglesias de hoy en día que se están apagando es porque ya no hay cristianos que oren fervientemente, si por lo menos dos o tres o un líder estuviera orando fervientemente iglesias estuvieran fuertes.

¿Cuanto tiempo tiene que habías orado y ninguna lagrima has derramado? Porque hemos dejado de orar fervientemente, por eso tantos cristianos ya no sirven a Dios, porque han dejado de orar fervientemente.

¿Cuanto tiempo oro en esta semana? Solo usted y Dios sabe, y hemos derramado lagrimas delante de Dios y pedir por otros, se dolía por la gente, porque tenia un Espíritu ferviente, necesitamos cristianos fervientes en oración, si la iglesia tuviera cristianos que oraran fervientemente esta iglesia crecería.
El grupo de ganadores de almas crecería, lo que esta pasando es que ya no hay cristianos que oren fervientemente.

III. Dejamos de leer la Biblia.

Son cosas básicas, usted y yo vamos a dejar de tener un Espíritu ferviente porque dejamos de leer la Biblia, como antes nos encantaban las historias y queríamos terminar de leerlas, pero ahora estamos en el libro de Levítico y nos quejamos, no queremos leer, de Salmos 23 no salimos, cuando antes leíamos la Biblia y la abarcábamos toda, ahora ni leemos la Biblia, la Biblia esta en la casa toda polveada, ni la limpiamos.

Estamos dejando de ser fervoroso, acuérdese cuando dejamos de leer la Biblia vamos a tener una actitud de infidelidad, vamos hacer fríos indolentes, no vamos a tener compasión porque no leemos la Biblia fervientemente como tenemos que leer la Palabra de Dios, ¿en esta semana cuanto tiempo pasamos leyendo la Biblia?

Y queremos servir a Dios con gozo, así jamás vamos a servir a Dios con gozo, porque no leemos la Palabra de Dios, porque cuando usted esta pasando en una situación difícil usted va pasando cuando el apóstol Pablo sufría y le da animo para seguir adelante, pero el problema es ese que no leemos la Biblia así ¿quien nos va a animar?

A veces decimos ¡que me anime el vecino!, pero el vecino no es cristiano ¡que me anime el pastor! El único que le puede animar es Dios, a través de su Palabra, es el único que nos va a animar cuando pasemos por situaciones difíciles, ¿como nos va a animar? Si nunca leemos la Palabra de Dios, por esto servimos a Dios con una actitud de enojo, de mala gana hacemos las cosas, con una mala actitud, porque hemos dejado de leer la Biblia.

IV. Dejamos de venir a la iglesia.

¿Cuantos cristianos ya no están aquí? Sinceramente los cristianos fieles son los que vienen a ganar almas, la mayoría de los que vienen en la tarde son los que trabajan en la obra de Dios, la mayoría, yo h visto en iglesias, la mayoría que están en la iglesia son los que trabajan en la iglesia, los que van en la mañana, en la tarde, los miércoles, son lo que van los sábados a ganar almas, si usted deja de venir a la iglesia va a dejar de ser ferviente en Espíritu va a dejar de hacer las cosas como Dios quiere que haga, dice la Palabra de Dios, no dejando de congregarnos como algunos tienen por costumbre, si no ante todo exhortándonos.

Si no tiene ganas de ir a la iglesia es que usted esta perdiendo el fervor del Espíritu, esta dejando de ser ferviente de Espíritu, venga a la iglesia y Dios le va a animar, ¡ha es que no va a estar el pastor por eso no voy! Gracias a Dios que Dios tiene misericordia de mi, muchos me han dicho ¡no vamos a la iglesia porque no esta el pastor, pero cuando llegue ya iremos! ¿Entonces a quien vamos a la iglesia vamos a ver al pastor o a Dios?

No venimos con una buena actitud para escuchar la Palabra de Dios, no es el predicador, es que somos nosotros que no tenemos la buena actitud para agarrar la palabra de Dios no importando quien este predicando, nos hemos acostumbrado como Bautistas Fundamentales a que alguien que tenga una iglesia grande venga y nos predique para que nos anime, ¿que la Palabra de Dios no tiene poder?

La Palabra de Dios tiene poder, cualquier hombre que sea y cuando Dios habla nos va a enseñar cosas grandes, el problema que como Bautistas Fundamentals necesitamos a veces que dicen es que vino tal pastor y a el si Dios lo usa, no es que Dios lo use, aun que Dios lo use en gran manera pero si usted no viene con un buen corazón a la iglesia, venga quien venga hasta Jesucristo puede venir aquí.

¿Se acuerda cuando Jesucristo les hablaba a los escribas y fariseos? El les decía duros de servís que son, así somos nosotros, necesitamos ser fervientes en Espíritu viniendo a la iglesia con una buena actitud, pero dejamos de venir a la iglesia con buena actitud porque dejamos de ser fervientes en Espíritu, porque no estamos orando, no estamos leyendo la Biblia y porque no estamos viniendo a la iglesia.

Hasta se nos hace pesado venir a la iglesia, ¿usted quiere tener un Espíritu ferviente? Venga a la iglesia, lea su biblia, ore a Dios fervientemente y no importa quien este predicando, usted va a salir gozoso, animado pero a veces no somos así, venimos a la iglesia una ves al mes y voy a la iglesia una ves al mes porque tengo que llevar el diezmo, hasta nos cuesta trabajo dar el diezmo, vemos el venir a la iglesia como que obligados, mas los jóvenes, vienen a la fuerza, muchos cristianos están viniendo así, a la fuerza.

¡Voy porque mi esposa me dice que valla! ¡O porque mi mamá me dice que valla por eso voy, si no me quedo aquí viendo la televisión, viendo la lucha libre, metido en whatssap, en internet! Pero como tenemos fervor en estar en el internet, hasta nos desvelamos, no importa aun que nos duela la cabeza, el cuello y los ojos de estar ahí en el internet.

Y cuando vamos a la iglesia estamos con sueño y estando en el internet ahí si tenemos fervor, por eso dice fervor en el Espíritu no en la carne, la carne es lo que quiere estar en internet, la televisión queda corta al lado del internet, antes la televisión la teníamos en la casa una pantallota y ahora el internet lo tenemos a la mano, lo que usa Satanás para que el cristiano deje de seré ferviente en Espíritu.

Hemos dejado de ser fervientes en ir a la iglesia y hay muchos cristianos que están así, iglesias carismáticas están implementando tener instrumentos de lo que sea y la gente va pero porque van a satisfacer su carne, pero nosotros no debemos de satisfacer nuestra carne.

Romanos 8:1
“Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.”

Dice la Palabra de Dios que debemos de andar conforme al Espíritu y no conforme a la carne y cuantas iglesias hoy en día con tal de que vallan a la iglesia ponen tantas cosas, ya no venimos a la iglesia con el mismo animo, ¿se acuerda como antes iba a la iglesia? no importando si repetían el mismo himno Domingo tras Domingo y usted seguía cantando con gozo.